Las incertidumbres universitarias: unirme a Ticha y reconsiderar planes

By Collin Kawan-Hemler, 26 de Marzo de 2020

ckawanheml@haverford.edu

Ticha: promoviendo investigación digital en colaboración con la comunidad, Reporte 3. Este es el tercero de una serie de reportes mensuales escritos por los participantes en la beca del ACLS de Extensión Digital 2019, “Ticha: promoviendo investigación digital en colaboración con la comunidad" (PI Lillehaugen), publicados en GlobalSL y Ticha. Reportes anteriores en esta serie: Reporte 1, Reporte 2

Estoy en mi segundo año en la universidad de Haverford, y tengo planeado especializarme en historia. También he tenido el placer de unirme al equipo de Ticha como asistente de investigación en este proyecto financiado por ACLS. Ticha y las cuestiones de derechos lingüísticos me interesaron por primera vez cuando vi la serie documental Dizhsa Nabani—Lengua Viva—Living Language en la universidad de Haverford en el semestre de otoño de 2018. Dizhsa Nabani reflejó el uso cotidiano del zapoteco de Valles en la comunidad de San Jerónimo Tlacochahuaya, situando el lenguaje como una parte crítica del mantenimiento de la identidad indígena y el orgullo en un contexto nacional y global hostil. La Dra. Brook Lillehaugen, quien era mi consejera académica en ese momento, me sugirió que asistiera al estreno de la serie web en la universidad de Haverford. Me llamó la atención la importancia del trabajo que se había hecho, y valoré el impacto inspirador de los documentales sobre la comunidad retratada. Al ver Dizhsa Nabani y escuchar a un panel de algunos de sus coproductores, me presentaron a lo que la Dra. Xóchitl Flores-Marcial articuló vívidamente en el reporte del mes pasado: la necesidad irrefutable de que los académicos actuales contrarresten los marcos coloniales persistentes de interpretación del lenguaje zapoteca y la historia intelectual.

En el semestre pasado, tomé un curso sobre la historia de la América Latina colonial. Uno de nuestros textos guías a lo largo del curso fue Las venas abiertas de América Latina, por el difunto escritor uruguayo Eduardo Galeano. Mi profesor empezó una clase con una de sus citas: “Soy un escritor que quisiera contribuir al rescate de la memoria secuestrada de toda América, pero sobre todo de América Latina, tierra despreciada y entrañable.” A medida que armo mis metas e intereses intelectuales en esta parte de mi vida, la obra de Galeano sigue siendo una motivación inspiradora para perseguir los estudios latinoamericanos. Como demuestra el corpus de texto de Ticha, las tensiones actuales que rodean el uso y el aprendizaje del lenguaje tienen raíces que se pueden rastrear. Teniendo en cuenta lo tensa que es cualquier definición de quién o qué se incluye en “América Latina”, me emociona participar en un proyecto arraigado en una comunidad donde surgen las complicaciones y deficiencias de esa categoría.

Cuando acepté escribir el reporte de este mes, recién empezaban el nuevo semestre y mi participación en Ticha. Esperaba con ganas poder reflexionar sobre los primeros tres meses de revisión de los módulos pedagógicos y participación en reuniones semanales de zoom. No me esperaba que este modesto servicio de conferencias remotas se convirtiera en la tecnología principal a través de la cual continúo la mayor parte de mi aprendizaje. La pandemia COVID-19 ha obligado a gran parte del mundo a romper con los esquemas rutinarios: no son excepciones los miembros del equipo del Proyecto Ticha y el resto de la comunidad académica. Sí puedo decir, sin embargo, que mi participación me ha mostrado lo que sucede detrás de la producción de los hallazgos publicados y los productos finales de un complejo proyecto de humanidades digitales. Mi papel ha sido menos intensivo que aquellos con historias más largas con Ticha, pero eso me ha dado el espacio para ayudar a facilitar discusiones de un nivel superior. He preparado presentaciones sobre varios otros proyectos de humanidades digitales para identificar los estilos de materiales pedagógicos que se están poniendo en circulación y si podrían ofrecer alguna lección para nuestro proyecto. También espero con ilusión más discusiones de literatura para que nuestro trabajo se base en teorías importantes sobre la coautoría, las prácticas de archivo y la investigación en colaboración con la comunidad. Después de este blog, mi próxima tarea será desarrollar una clave de respuesta para nuestra primera lección publicada sobre el desplazamiento lingüístico del zapoteco. Este módulo pedagógico permite que se considere el desplazamiento lingüístico en un contexto zapoteco y lleva al lector el lenguaje zapoteco desde 1578 hasta la actualidad. Es importante que los usuarios puedan aprender, a través de vídeos, directamente de los expertos zapotecos Sr. Filemón Pérez Ruiz (de Macuiltianguis) y Maestra María Mercedes Méndez Morales (de Tlacochahuaya), como se ve en el vídeo abajo.

Debido a la repentina necesidad que tienen los educadores de obtener más materiales disponibles digitalmente, el módulo de los cambios lingüísticos se hizo público antes de lo previsto. Decir que el equipo Ticha y yo nos enfrentamos a mucha incertidumbre es quedarse corto ¿Cómo puedo equilibrar mi adaptación al aprendizaje remoto y digital con mi preparación para mi trabajo en el verano? ¿Qué significan las prohibiciones de viaje y los riesgos de transmisión viral para los planes de viaje de verano del proyecto? ¿Se dispondrá de las mismas fuentes de financiación? Estas preguntas se arremolinaban a mi alrededor mientras me sentaba en mi dormitorio, llenando maletas con ropa y cajas con libros antes de regresar a casa. De una manera extraña, estaba agradecido por escuchar algunas de mis mismas ansiedades siendo expresadas por otros miembros del equipo. Todos nosotros hemos estado trabajando a distancia y comunicando por medios digitales. Ticha es un producto de archivos digitales y conexiones de hipervínculos; el trabajo continuará. Me comprometí a escribir este reporte incluso en esta caótica situación porque creo que cualquier persona dedicada a la educación y la investigación a cualquier nivel se encuentra con preocupaciones similares sobre las próximas semanas y meses. Entre muchos artículos de opinión sobre la productividad en una pandemia, espero que se abran más espacios para reflexionar sobre nuestros estados colectivos de pánico y agobio. 

Por el momento, no necesito tener todas las respuestas. Pero tengo confianza en que el equipo Ticha va a elaborar colectivamente un camino ético y humano hacia adelante, con la más plena intención de lograr los objetivos de nuestro proyecto.